Usamos cookies para mejorar la experiencia en nuestra tienda online. Navegando, entenderemos que aceptas la utilización de las mismas ‘leer +’.

Aceptar

Acaba de eliminar Restaurar

0,00€ Total
Confirmar
Vaciar

Aunque no esté en stock puedes realizar el pedido que nosotros te lo conseguiremos
o bien consultar o hacer pedidos a través de nuestro numero de whatsapp 660848503

9788433980786

EAN 9788433980786

20,90 € impuestos inc.

Disponible en 2-3 días

9788433980786 9788433980786
Autor Auster, Paul
Editorial EDITORIAL ANAGRAMA, S.A.
EAN 9788433980786
Colección 0
Peso 490
Páginas 376
Tamaño 14cm X 22cm

Marco Stanley Fogg (por Marco Polo, por el Stanley que encontró a Livingstone y por el Phileas Fogg de La vuelta al mundo en ochenta días) está a las puertas de la edad adulta cuando los astronautas ponen el pie en la Luna. Hijo de padre desconocido, muerta su madre cuando él tenía once años, Marco Stanley fue educado por su tío Víctor, un excéntrico que se ganaba la vida tocando el clarinete en orquestas de mala muerte. Ahora, en el comienzo de la era lunar, muerto su tío, Marco Stanley Fogg solo tiene dinero para sobrevivir unos pocos meses más. Gradualmente, pero sin pausa, va cayendo en la indigencia, la soledad y una suerte de tranquila locura de matices dostoievskianos, donde su vida se reduce a explorar los gozosos infiernos del despojamiento absoluto.Vive ya como un animal en una cueva de Central Park, en un semidelirio provocado por el hambre, cuando la bella Kitty Wu lo rescata. Fogg se salva y decide, por primera vez en su vida, buscar un trabajo. El destino, y una compleja red de significantes en torno a la luna, lo lunar y la luz, le llevan a trabajar como lector y acompañante de Thomas Effing, un viejo pintor paralítico. Y escribiendo la biografía de Effing, que este quiere legar a Solomon Barber, el hijo al que nunca conoció, Marco Stanley Fogg descubrirá, en un viaje que le lleva desde el Palacio de la Luna, un restaurante chino de Nueva York, a los lunares paisajes del Oeste americano, los misterios de su propio origen, el nombre y la identidad de su padre.Paul Auster ya había utilizado, en Ciudad de cristal y en El país de las últimas cosas, las convenciones de la novela de género la policíaca y la de ficción científica, respectivamente . En El Palacio de la Luna recurre a la novela de aventuras a lo Julio Verne, a los folletines del siglo XIX y hasta a la novela victoriana para construir uno de los libros más sutiles, más llenos de resonancias de la literatura americana contemporánea. El Palacio de la Luna puede ser leído como un elegantísimo folletín contemporáneo sobre la paternidad y la impostura, pero también como una espléndida novela de aventuras sobre la aventura de crear.

Categorias: