Usamos cookies para mejorar la experiencia en nuestra tienda online. Navegando, entenderemos que aceptas la utilización de las mismas ‘leer +’.

Aceptar

Acaba de eliminar Restaurar

0,00€ Total
Confirmar
Vaciar

Aunque no esté en stock puedes realizar el pedido que nosotros te lo conseguiremos
o bien consultar o hacer pedidos a través de nuestro numero de whatsapp 660848503

9788417797416

EAN 9788417797416

17,00 € impuestos inc.

Disponible en 2-3 días

9788417797416 9788417797416 9788417797416 9788417797416
Autor AGUDO VILLANUEVA, MARIO
EAN 9788417797416
Colección 0

"Procedente del mundo grecorromano, bizantino y persa, el bestiario fantástico se apodera del mundo cristiano románico no sin resistencias y críticas. No obstante, cuando se sacraliza esta estética pagana convirtiendo a los animales -tanto reales como imaginarios- en portadores de virtudes o perversiones, empiezan a plagar capiteles, canecillos, metopas, tímpanos, arquivoltas, muros, pilas bautismales, objetos litúrgicos y una incontable serie de soportes que, lejos de la mera función ornamental, aportan un significado simbólico cuyo sentido trata de desentrañarse en este libro. El bestiario fantástico es uno de los motivos escultóricos que más interés genera y el que mayor efecto de intimidación provocaría en el hombre medieval. Estas peculiares eimaginativas bestias se generaban por combinación de partes de animales diferentes, creando estampas, en ocasiones, atroces. Los animales podían ser representados solos, en lucha entre sí o con hombres indefensos, siempre con el objetivo de conmover y motivar al creyente en su esfuerzo por evitar las tentaciones y renegar del pecado. Aunque cualquier símbolo tiene dualidad de significados, incluso completamente opuestos, el románico usó ciertos animales con predilección para manifestar el bien y otros como formas del mal y del diablo. Las aves como la cigüeña, el águila o la paloma simbolizan el anhelo del espíritu por alejarse de lo terrenal en busca de valores más altos, del cielo en definitiva. Así como el león, representa nobleza y fuerza. Son animales que ""guardan"" el templo. No impiden el paso al recinto sagrado pero advierten que el umbral divide lo sagrado de lo profano. Por el contrario, en la nómina de los animales frecuentemente relacionados con el mal aparecen el mono, como caricatura grotesca del hombre; la serpiente, símbolo del pecado y del demonio; la liebre y el conejo asociados con la concupiscencia por su fertilidad; el jabalí y el cerdo por ser lujuriosos, sucios y perezosos, la cabra, el macho cabrío... Esta obra trata de arrojar luz sobre todo ese bestiario a través de un proceso de deconstrucción de su significado que, en ocasiones, se remonta a nuestro pasado más arcaico. Se trata, en definitiva, de un viaje a través del arte, de los mitos, leyendas y tradiciones populares en cuyos contenidos se encuentra buena parte de nuestras principales preocupaciones existenciales. Pero, sin duda, lo más novedoso es la guía final, gracias a la cual podremos saber lo que cada imagen animal en piedra advierte al visitante de un templo."

Categorías del artículo:

Categorias: